de Yoav Shamir
(Israel, 87 min, 2008)
Por Hernán Silvosa
"La línea que separa el juicio de la locura es muy frágil", dice uno de los personajes de Flipping out, documental que describe el proceso de “rehabilitación” al que se someten muchos ex soldados israelíes tras finalizar los 3 años de reclutamiento obligatorio (tanto para hombres como para mujeres) en el ejército de su país. ¿En qué consiste dicho proceso? En dejar las armas, relajarse, viajar a la India y consumir todo tipo de drogas en albergues especiales.
La cámara de Yoav Shamir se involucra con estos viajeros inciáticos y sabe esperar. Esta sabiduría, como bien podría señalar Werner Herzog, regala esos momentos increíbles que sólo nacen del documental: los imprevistos, la espontaneidad y la ausencia de manipulación de una realidad tan compleja como fascinante -salvo que aquí no se trata del mundo de la naturaleza, como ocurriría en un film del alemán, sino del hombre y sus decisiones-.
La experimentación con todo tipo de drogas de estos hombres y mujeres (muchos de los cuales abandonan el ejército con severos problemas psicológicos) debe enfrentarse con el discurso religioso que deciden impartir las bases que el propio Estado de Israel construye en la India para la recuperación de sus compatriotas. Claro que aquí, gracias a la cámara desprejuiciada de Yoav Shamir, las palabras recuperación, experimentación y discurso se entremezclan y se vuelven difusas, haciendo de cada sujeto una ambigüedad -y una riqueza- de difícil clasificación.
3 comentarios:
Este señor dirigió hace unos años un documental titulado "Cinco días", que narra la ocupación israelí de Gaza. Según dicho documental, la ocupación se hace "de común acuerdo" con los palestinos, e "Intentando evitar al máximo" la violencia por parte de los israelís. Después de la segunda incursión en los citados teritorios, se emitió por la TV de Israel, dando una visión a su público bastante deformada de las salvajadas que sus soldados hacen el zona. No sé si la intención del director sería o no ésta, pero lo cierto es que el gobierno de Israel ha utilizado en numerosas ocasiones su trabajo en beneficio de su propaganda.
Este último que reseñas no lo he visto y no puedo decir sobre él. Pero con sus precedentes, y visto que se anuncia en la página oficial de la embajada israelí en Buenos Aires, debe andar por el mismo camino..y ojalá me equivoque.
Vamos, que de independiente este director tiene poco para estar en un festival de cine independiente, al menos de independiente del estado de Israel.
Venga, un saludo!
Hola, Babel. Te cuento que no vi los trabajos anteriores de este realizador, así que poco y nada puedo opinar sobre ellos.
Lo único que se me ocurre decirte sobre Flipping out es que me pareció un trabajo documental que en ningún momento juzga las situaciones que describe ni hace propaganda a partir de ellas.
Espero que puedas ver la película. Yo, por mi parte, voy a conseguir sus trabajos anteriores.
Saludos y hasta pronto.
Hernán.
Hay situaciones frente a las que no se puede ser imparcial. Es más, hay situaciones en las que ser presuntamente imparcial es ya una toma de postura concreta.
Por ejemplo, en pleno holocausto nazi, ser imparcial sobre Alemania hubiese significado claramente dejar hacer a Hitler, es decir,una postura nada "imparcial", no?.
Hoy, ser imparcial sobre las masacres en Palestina del gobierno sionista, si además el susodicho es israelí, me parece más o menos lo mismo.
Al margen de esto y de las intenciones subjetivas de este señor, lo que sí es objetivo es la utilización que hace de ello su gobierno.. mientras el presunto "imparcial" sigue siéndolo.. o sea, calla y deja hacer o decir con su nombre.
Eso sí, calidad tiene; aunque en este caso sea quizá lo menos importante.. o no, eso a la elección de la conciencia de cada cual.
Un saludo ;)
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