"Entre lo que se alucina, lo que se quiere ver, lo que se ve realmente y lo que no se ve, el juego es infinito: es ahí donde tocamos la parte más íntima del cine". Serge Daney.

18 de abril de 2008

BAFICI 08: Conflictos de chicos ricos

Una semana solos
de Celina Murga
(Argentina, 109 min, 2008)

Por Javier Demaría
Francis Vanoye (escritor y profesor de la Universidad de Nanterre, París) habla de las películas que se presentan bajo el modelo de La Ilíada (los relatos concentracionarios) en oposición a las que pertenecen al modelo de La Odisea (las road movies, por ejemplo). Las primeras permitirían una mayor concentración dramática al expandir núcleos de fuerza a la manera de un gas inflamable, mientras que las segundas serían más propensas a la búsqueda metafísica, a los problemas de identidad, etc. No es difícil imaginarse en cada cual los ejemplos correspondientes.

La última película de Celina Murga, al plantearse la vida de unos chicos en un country, se juega en el primero de estos modelos: es una película de grupo, de hermanos y primos y parientes, de adolescentes y púberes, de chicos ricos y de visitante pobre. Pero también es una película que amaga un universo que no alcanza a estallar, que queda en meras ideas, en una especie de trazo o de apunte que no llega a profundizar ni a decidirse por dónde pasaría el interés a ser provocado en el espectador.

¿Por qué habría de interesarme la vida parásita de estos chicos que pasan de un sofá a una cama, juegan con la playstation, se pasan los celulares y van a reductos pueriles de entretenimiento, siendo que lo peor que podría pasarme es que me secuestraran y me llevaran a uno de estos lugares?

Diferenciemos una vez más lo real de lo imaginario o, mejor, las pautas de comportamiento de cada quien de la producción artística a partir de los comportamientos de cada cual. El cómo se es en esos lugares del cómo yo (artista) utilizo ese material para construir algo. Y es aquí donde aparece el problema mayor. La vacuidad, lo banal, la intrascendencia, la abulia y hasta el amago de conflicto social entre los de adentro y el de afuera jamás termina de configurarse dramáticamente.

Existen, sí, escenas que carretean simpáticamente, como la de la nena que canta en italiano -que parece salida de otra película- o la explosión del desborde cercano al final, aunque el resto de la película acusa falta de espesor, decisión y compromiso.

Dijo Morris: “Simplicidad de formas no quiere decir, necesariamente, simplicidad de vivencia artística”.

1 comentarios:

Graciela Bello dijo...

No he visto la película, por lo que no puedo hacer juicios de valor respecto a la misma.No sé si la autora logra un buen producto, pero puedo afirmar que SÍ es interesante mostrar la "vida en una burbuja" en que viven estos chicos de los countries. Llegan a adolescentes y no han aprendido ni a cruzar una calle solos, de remise en remise...
Creo que son una minoría, pero
si se sabe mostrar,dá para pensar.
Hay familias que hacen un esfuerzo por dar seguridad y esparcimiento a sus chicos y finalmente generan
pibes aislados de la realidad.
Saludos,
Graciela.
http://graciela-bello.fineartamerica.com/

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