de Pen-Ek Ratanaruang
(Tailandia, 107 min, 2007)
Por María Papi
Luego de un largo viaje en avión, un matrimonio desgastado se sumerge en un recorrido entre el sueño y la vigilia. Habitaciones de hotel y un relato que es extrañado permanentemente ingresa y se fuga en la psicología de los personajes sin doblez declarado, sumiéndonos en una somnolencia lenta y aletargada que construye y deconstruye éxodos a diversos episodios, como espacios posibles que componen la identidad de los personajes, como única escapatoria a la impotencia frente a las pasiones que saturan el inconsciente.
El film atraviesa todo tipo de intensidades: situaciones de violencia, drama, misterio y erotismo en convivencia con una realidad aburrida, gastada e inerte. Los miedos, los deseos y los sueños de los personajes se entremezclan conformando presencias alternativas a su condición debilitada. Así nace un episodio erótico maravilloso como expresión de un ideal de deseo que contrasta con el relato ordinario, como también los miedos más profundos se traducen en secuencias de culpas y de crimen. Lo único objetable sería que el enlace entre la llegada de la pareja y la aparición de Ploy es un rotundo comercial de cigarrillos, aunque funciona como un recurso eficaz de la narración.
En el mundo de Pan-Ek Ratanaruang, lo resignado se despliega en la imaginación. Es el poder de la fantasía como herramienta contra el agotamiento. Personas comunes que soportan la inacción y el desgano en contraste con el mundo de su inconsciente, lo que no dicen, lo que temen, lo que desean.
No se podría hablar de un personaje principal; la extrovertida Ploy es un talismán, la presencia extraña, el otro, una excusa, una amenaza, un deseo, una posibilidad. Pero no podría afirmarse que es la protagonista, pues no hay quicio en esta maraña, sino diversas miradas y calidades, encuadres minimalistas y pliegues del relato. Un clima denso como de letanía es la circunstancia y el estado expresado, concebido con un ritmo -de devenir de situaciones- que invita al suceder. Ello hace que Ploy sea un film extrañamente interesante, que convida percepciones, sugiere y juega con la atención del espectador desarticulando superficies.
1 comentarios:
Imponente!!! La vi ayer y me resultó orgásmica. Prometo hacer escribir una nota sobre ella. Abrazo!
Publicar un comentario