"Entre lo que se alucina, lo que se quiere ver, lo que se ve realmente y lo que no se ve, el juego es infinito: es ahí donde tocamos la parte más íntima del cine". Serge Daney.

14 de mayo de 2008

Sobre dos películas y poco más

Por Hernán Silvosa
¿Por qué la última película de Álex de la Iglesia es insípida, solemne y aburrida mientras que la última de los hermanos Wachowski es exactamente lo contrario? ¿Será que dentro de la casi uniforme y vasta masa de lo que suele llamarse el cine de Hollywood (rodado en California, en el Reino Unido o en España, da lo mismo) uno puede encontrar aristas que permiten pensar más allá de lo particular de cada película y descubrir que existen, además del talento de un realizador y la eficacia de los recursos utilizados en el film, un cine que sólo pretende parecer y otro que, sin prejuicios, asume cabalmente su singular identidad? No lo sé con seguridad, pero de existir ambos modelos, creo que uno podría ubicar en el primero de ellos Los crímenes de Oxford y en el segundo, Meteoro.

Es que la última realización de Andy y Larry Wachowski asume fácilmente lo que es, con orgullo y sin culpas: un delirio de imágenes y sonidos con estructura de dibujo animado y personajes bidimensionales; Los crímenes de Oxford, por el contrario, revisita el género del whodunit sin novedades y vacía de emoción los miles de diálogos pseudointelectuales que tiene con una puesta en escena clásica que mira el suspenso desde la vereda de enfrente. Eso sí, Álex de la Iglesia inserta un plano secuencia a lo Hitchcock en una película que, paradójicamente, Hitchcock hubiese aborrecido.

Muchos señalaron como ridícula y vergonzosa la aparición de actores como John Goodman y Susan Sarandon en una película como Meteoro, pero pocos hablaron de lo acartonado que resulta el John Hurt al que Álex de la Iglesia no sabe sacarle otra cosa que miradas con el ceño fruncido y meterle discursos complicados -aunque no complejos- sobre la búsqueda de la verdad y el lenguaje matemático.

Curiosidad: la secuencia lógica escrita por John Hurt sobre el pizarrón aparece en el capítulo 17 de la temporada 9 de Los Simpsons (“Lisa Simpson”).